Durante estos días se estuvieron escuchando los testigos por ambas partes en el juicio que se les sigue a Manuel Díaz y su hermana Liliana, en el marco del delito contra la libertad, sustracción, retención y ocultamiento de una persona.
La caratula contra el ya condenado ex empleado judicial Manuel Díaz y su hermana la docente Liliana Díaz, acusados por el delito contra la libertad, sustracción, retención y ocultamiento de una persona con el fin de obligarla a hacer algo contra su voluntad, agravado por la intervención de aquel entonces una menor de edad.
El tribunal está compuesto por el Dr. Santiago Banegas, la Dra. Norma Senn y el conjuez Dr. Alejandro Bustos.
El fiscal regional Dr. Rubén Martínez solicitó una condena de 15 años más de prisión para Manuel Díaz y 12 años para su hermana la docente Liliana Díaz.
Manuel Díaz fu condenado a la pena de 24 años de prisión efectiva, por dos hechos de abusos sexuales cometidos contra su hijastra desde que era pequeña.
LOS HECHOS
En el mes de septiembre del año 2015, Juana Margarita Zárate (fallecida) y Liliana Díaz, madre y hermana de Manuel Alcides Díaz, respectivamente, habían sido imputadas por los delitos de amenazas coactivas y de sustracción, retención u ocultamiento de una persona con el fin de obligarla a hacer algo contra su voluntad, triplemente agravado, en concurso real, todo ello agravado por la intervención de una menor de 18 años.
Así lo había resuelto el juez Mauricio Martelossi, luego del pedido realizado por el aquel entonces fiscal Martín Gauna Chapero, hoy juez de IPP, en una audiencia imputativa realizada en la Oficina de Gestión Judicial de Vera.
Las imputaciones a las dos mujeres se produjeron a raíz de lo ocurrido en la alcaidía de la ciudad de Vera, oportunidad en la que la hija de Díaz fue obligada a ingresar a la celda en la que estaba alojado su padre, quien la intentó convencer para que cambiara su declaración judicial en la que lo sindicaba como autor de reiterados y sucesivos abusos sexuales desde que tenía cinco años.
El fiscal entendió que la madre y la hermana de Díaz, junto a la otra hija del imputado pergeñaron un ardid para engañar a la víctima y enfrentarla, nuevamente cara a cara, con su padre abusador.